Proyecto: Emocionario

Emocionario

Cristina Nuñez y Rafael R. Valcárcel


"Descubrir, identificar y diferenciar las emociones a través de este Emocionario es una forma de educar a los más pequeños para que sientan sin temor, para que se descubran a sí mismos y para que acaben convirtiéndose en adultos autoconscientes con habilidad sensitiva para afrontar los retos de la vida”.


Este es un fragmento del prólogo del libro. Un libro que nos ayudará a ser más inteligentes emocionalmente


Nacemos con un temperamento determinado, pero son los primeros años de vida, los que tienen un afecto  determinante en la configuración de nuestro cerebro y definen  nuestro propio repertorio emocional.

“La inteligencia emocional es una forma de interactuar con el mundo que tiene muy en cuenta los sentimientos, y engloba habilidades tales como el control de los impulsos, la autoconciencia, la motivación, el entusiasmo, la perseverancia, la empatía, la agilidad mental. Ellas configuran rasgos de carácter como la autodisciplina, la compasión o el altruismo, que resultan indispensables para una buena y creativa adaptación social”. Daniel Goleman.

Damasio fue un poco más allá, y logró concluir que los sentimientos juegan un papel fundamental en nuestra habilidad para tomar las decisiones que a diario debemos adoptar, pues al parecer, la presencia de una sensación visceral es la que nos da la seguridad que necesitamos para renunciar o proseguir con un determinado curso de acción, disminuyendo las alternativas sobre las cuales tenemos que elegir.

Las habilidades a las que hace referencia son:

  • Habilidad 1: autocontrol, el dominio de uno mismo.
  • Habilidad 2: el entusiasmo, la aptitud maestra para la vida.
  • Habilidad 3: la empatía, ponerse en la piel de los demás.
Cuando hablamos de inteligencia emocional, hablamos de la capacidad del individuo para identificar su propio estado emocional y gestionarlo de forma adecuada.
Durante este curso escolar voy a trabajar el libro de Cristina Nuñez, Rafael Romero Emocionario: Editorial Palabras Aladas. Seguro que todos y la mayoría de vosotros lo conocéis o habéis oído hablar de él.
El año pasado ya trabajé el libro de Anna Llenas El monstruo de los colores: Flamboyant y, este año, he querido profundizar en este tema ya que investigaciones científicas han demostrado que la autoconciencia, la empatía y la gestión adecuada de las emociones, no sólo mejoran la conducta del niño, sino que también inciden de manera positiva en su rendimiento académico.

Según Goleman, la inteligencia emocional se puede organizar en torno a cinco capacidades:
  1. Conocer emociones y sentimientos
  2. Aprender a manejarlas
  3. Aprender a crear motivaciones propias
  4. Aprender a reconocerlas en los demás
  5. Aprender a gestionar las relaciones
Aquí inicia nuestro camino. Este proyecto “lleno de emociones”  será un proyecto anual. Los objetivos marcados son conseguir que mis estudiantes sean hábiles  en cuanto a emociones se refiere. Que sean emocionalmente inteligentes.

¿CÓMO VAMOS A LLEVAR A CABO EL PROYECTO?

Como he mencionado anteriormente, el principal objetivo de este proyecto es que los niños descubran, identifiquen y diferencien las emociones en su día a día, con el fin de saber utilizarlas bien en cada ocasión.

El Emocionario consta de 42 emociones, La idea es trabajar una emoción por semana. La flexibilidad estará siempre presente, pues tendremos en cuenta el interés de los niños, la motivación y el tiempo del que disponemos.

La dinámica del proyecto es muy sencilla: 

¿De qué emoción partimos?

Después de pensarlo y debatirlo, hemos llegado a la conclusión de que seguiremos el itinerario que nos propone el emocionario.

  • El primer día, en la asamblea, presentaré la ilustración acompañada de una pieza musical que he elegido para cada una de las emociones. La idea es que ellos (sin mi ayuda) descubran qué emoción vamos a trabajar. Esto generará debate. Escucharán, observarán argumentarán, razonarán...
  • Pero hasta el segundo día no sabrán de qué emoción se trata. En la asamblea, daré la solución. Leeremos el texto de esa emoción, lo relacionaremos con la ilustración y trataremos de descubrir si la hemos experimentado alguna vez, cuándo y por qué. 
  • A partir del tercer día, realizaremos una serie de actividades que explico a continuación. 



Actividades

1. Diario de las emociones.

Este año, el nuestro Proyecto Escritor, vamos a trabajar el diario y, que mejor que utilizarlo para expresar las emociones que estamos descubriendo y aprendiendo.
Cada niño tendrá su diario personal.

2. Tarro de las buenas noticias.

El objetivo de esta actividad es valorar situaciones positivas que vayan experimentando en sus vidas.
Es una actividad para desarrollarla a lo largo de todo el curso. El último día del mes, abriremos el tarro y leeremos todas las buenas noticias que nos han ocurrido.

3. Corto.
Como tarea final, en el último trimestre, elaboraremos un corto. En él, se verá relfejadas todas la emociones trabajadas a lo largo del curso.

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